Saltar al contenido

APLICACIÓN DEL BAJO PERFIL EN LA PROTECCIÓN DE PERSONAS

 

El bajo perfil es una estrategia clave en los sistemas de protección personal que busca minimizar la exposición de una posible víctima ante la vigilancia de delincuentes o curiosos. Al "desaparecer" de la vista pública y reducir la información accesible a potenciales atacantes, se incrementa la seguridad sin recurrir a medidas visibles o intimidatorias.

Concepto de Bajo Perfil

El bajo perfil es una medida de seguridad pasiva que pretende que el protegido y su equipo de seguridad pasen lo más desapercibidos posible. La lógica detrás de este enfoque es simple: "quien no existe, no tiene riesgos". En este sentido, el bajo perfil implica literalmente evitar la exposición ante los delincuentes, reduciendo las probabilidades de que el objetivo sea detectado y vigilado.

Sin embargo, como toda medida de seguridad, el bajo perfil solo es efectivo cuando es parte de un sistema de protección integral. Este enfoque se complementa con contravigilancia efectiva, medidas de engaño, y un manejo adecuado de la información.

Protección de Bajo Perfil

La protección de bajo perfil busca no llamar la atención del entorno, siendo detectable solo por expertos. A diferencia de los sistemas de protección de alto perfil, que son evidentes por la presencia visible de escoltas y medidas de seguridad, el bajo perfil se basa en el sigilo y la discreción.

El objetivo es aumentar el costo operativo y la complejidad de la vigilancia o ataque por parte de delincuentes, haciendo que custodiar a la víctima sea una tarea difícil y poco rentable. Este enfoque resulta particularmente relevante frente a la protección técnica y humana, cuyo costo elevado muchas veces no justifica los riesgos analizados.

Pasos para Implementar un Sistema de Bajo Perfil

  1. Identificación de fuentes de información: Se debe elaborar una lista exhaustiva de las formas, personas, lugares y documentos donde un delincuente podría obtener información sobre la víctima.

  2. Diseño de medidas de ocultación y desinformación: Implementar estrategias para ocultar, cambiar, desviar o suprimir información disponible para posibles atacantes. Algunas tácticas incluyen el uso de códigos de comunicación, desinformación, cambios en la identidad en documentos, o la delegación de autoridad en empresas.

  3. Acciones operativas:

    • Recolección de información sobre las áreas que frecuenta el protegido.
    • Evitar que el protegido se desplace rodeado de escoltas visibles.
    • El personal de seguridad debe vestir ropa discreta y mantenerse a distancia, pero lo suficientemente cerca para proteger al protegido.
    • Los miembros del equipo de seguridad deben tener una apariencia similar al protegido, lo que dificulta su identificación.
    • En situaciones de riesgo, las medidas de seguridad deben prevenir el acercamiento de delincuentes.
  4. Análisis de riesgo personal: Un análisis detallado de los riesgos ayudará a identificar las vulnerabilidades del protegido y ajustar las medidas de seguridad para reducir las posibilidades de un ataque.

  5. Mantenimiento de capacidad de reacción: Aunque se implemente un bajo perfil, siempre debe existir una capacidad de reacción rápida en caso de un ataque.

  6. Establecer protección fija: En lugar de escoltar constantemente al protegido, se puede optar por instalar protección fija en puntos críticos, como su hogar o lugar de trabajo.

  7. Uso de motocicletas para apoyo discreto: Las motocicletas de seguridad deben mantenerse a distancia prudente para evitar ser identificadas como parte del equipo de protección.

Medidas de Engaño

Las tácticas de engaño complementan el bajo perfil y dificultan aún más la identificación y vigilancia del protegido. Algunas de las acciones recomendadas incluyen:

  • Cambio de posición en el vehículo: Alternar la ubicación del protegido dentro del vehículo o permitirle conducir para confundir a los observadores.
  • Movimientos ficticios: Realizar movimientos sin el protegido hacia lugares que frecuenta y que no frecuenta, saturando la capacidad de vigilancia de los delincuentes.
  • Uso de vehículos múltiples: Ingresar y salir de instalaciones sin motivo aparente para confundir a los observadores y hacer difícil determinar si el protegido está presente o no.
  • Códigos de seguridad: Establecer, probar y actualizar regularmente códigos de seguridad para alertar sobre peligro o normalidad.

Beneficios del Bajo Perfil

El bajo perfil hace que el protegido "desaparezca" de la vista pública y de los delincuentes, lo que impide las fases iniciales de un secuestro, como la selección del blanco y el planeamiento del ataque. La dificultad para detectar y vigilar a una víctima que cuenta con un sistema de seguridad bien gestionado reduce considerablemente las posibilidades de que los delincuentes logren su objetivo.

En resumen, el bajo perfil no solo mejora la seguridad de la persona protegida, sino que también dificulta enormemente los esfuerzos de los delincuentes para desarrollar una vigilancia efectiva, haciendo que la víctima esté fuera de su alcance.