Seguridad Perimetral: Un Pilar Fundamental de la Seguridad Física
El programa de seguridad física abarca diversas áreas, y una de las más importantes es la seguridad perimetral, que incluye la protección del perímetro exterior, el perímetro de los edificios, el espacio interior de los mismos y su contenido. Para garantizar una protección adecuada, es necesario contar con barreras eficientes, tanto naturales como estructurales.
Barreras Naturales y Artificiales
Las barreras naturales y artificiales son los elementos que definen los límites y controlan el acceso al perímetro. Sin embargo, todas las barreras pueden ser vulneradas, por lo que deben complementarse con medidas de seguridad adicionales. Las barreras naturales, como ríos o montañas, deben reforzarse con barreras artificiales, como cercos o muros.
Cerramientos
El cerramiento más común es la malla eslabonada, la cual debe cumplir con los siguientes lineamientos para garantizar su efectividad:
- Usar alambre de calibre 9 o superior con alambre de púas en la parte superior.
- Tener una altura mínima de 7 pies y estar instalada a no más de 3 pulgadas del suelo.
- La parte inferior debe estar reforzada para prevenir el levantamiento, mediante varillas de metal o bases de concreto.
- La malla debe ser estirada y amarrada a postes rígidos de metal, con aperturas no mayores a 2 pulgadas cuadradas.
- Incluir un voladizo en ángulo de 45° hacia afuera con tres hilos de alambre de púas, alcanzando una altura total de 8 pies.
Cercas de Alambre de Púas y Concertinas
En áreas rurales o temporales, se puede usar alambre de púas, utilizando alambre de calibre 12 de doble hebra trenzada, con puntas colocadas a intervalos de 4 pulgadas. Las concertinas son espirales de alambre de acero que, cuando se despliegan, forman barreras altamente efectivas contra intrusiones. Son difíciles de penetrar, pero su uso es mayormente temporal o militar.
Muros y Transparencia
Los muros de ladrillo, mampostería o piedra también son utilizados como barreras perimetrales, con una altura mínima de 7 pies y alambre de púas en la parte superior. Aunque proporcionan mayor privacidad, deben complementarse con medidas adicionales, ya que impiden la visibilidad hacia afuera. Algunas regulaciones urbanas exigen un porcentaje mínimo de transparencia en los cerramientos perimetrales.
Portones y Otras Aberturas
Cada portón o apertura en una barrera perimetral representa un riesgo para la seguridad. Los portones peatonales deben tener entre 4 y 6 pies de ancho para controlar mejor el tráfico, mientras que los vehiculares deben ser suficientemente amplios para permitir el paso adecuado de vehículos. Los portones no utilizados deben permanecer cerrados y asegurados.
Es importante no pasar por alto otras aberturas en el perímetro, como alcantarillas, túneles o conductos de drenaje, que deben estar protegidos con rejillas o puertas aseguradas si superan las 96 pulgadas cuadradas de área.
Mantenimiento y Supervisión del Perímetro
Para que una barrera sea efectiva, debe ser inspeccionada regularmente. Cualquier señal de violación, como alambrados rotos o candados forzados, debe ser detectada a tiempo. Además, se recomienda mantener despejadas las áreas cercanas al perímetro para que cualquier intento de intrusión sea fácilmente visible. La vegetación debe podarse regularmente, y los parqueaderos dentro del perímetro deben estar ordenados para facilitar su vigilancia.
Conclusión
La seguridad perimetral es una primera línea de defensa que, si bien puede disuadir a intrusos, no garantiza una protección total sin medidas complementarias como la patrulla regular y sistemas de detección. La implementación de una barrera adecuada no solo sirve como un límite visual, sino como una herramienta fundamental para la seguridad de las instalaciones.